La improvisación es la verdadera piedra de toque del ingenio

Me gustaría comenzar este artículo con la siguiente pregunta: ¿qué es la improvisación? A continuación, citamos diferentes ejemplos de definiciones del término improvisar:

“La creación de música en el transcurso de la interpretación”
New Harvard Dictionary of music, Ernst Ferand

“Creación de un trabajo musical o forma final de un trabajo musical durante su interpretación”
New Grove Dictionary of Music

“La improvisación consiste en la simultánea invención y realización sonora de la música; excluye a las obras escritas, así como las realizaciones de una obra existente, es decir, ejecución, reproducción, interpretación”
Riemann Musiklexikon, Gurlitt y Eggebrecht (1967)

Realmente, es complejo definir o expresar el concepto de improvisación bajo un único enunciado, ya que puede tener multitud de interpretaciones. Básicamente, improvisar significa «crear» sin preparación, no permite la corrección o cambio de los elementos utilizados.

Daniel Lamberti lo describe como un proceso espontáneo y presente en el cual se manifiestan las diferentes particularidades de cada improvisador:

  1. Inspiración / capacidad creativa
  2. Desarrollo técnico en el instrumento
  3. Conocimiento del estilo
  4. Estado emocional en el momento de la improvisación

En la música, la improvisación puede referirse al aspecto melódico, armónico, rítmico o a una combinación de estos tres elementos. En la música popular, específicamente en el jazz, generalmente se interpreta como improvisación la creación melódica sobre una determinada armonía preestablecida. Se utiliza lo que se denominan standards, se presenta la forma completa de los mismos y luego se inicia la improvisación de los diferentes solistas.

Quizás podemos preguntarnos, ¿cuál es la diferencia entre la improvisación y la composición? Tiene fácil respuesta, la composición permite probar, modificar, madurar o reelaborar los diferentes elementos utilizados hasta llegar al resultado final deseado por el compositor. Ese proceso puede durar minutos, horas, días, semanas o incluso años; mientras que en la improvisación todo ocurre de manera inmediata, la creación y ejecución sucede simultáneamente y no hay posibilidad de modificar las frases ya interpretadas.

La improvisación, desde la Edad media hasta los inicios del s. XIX, fue una práctica bastante usual en la música occidental

La improvisación, desde la Edad media hasta los inicios del s. XIX, fue una práctica bastante usual en la música occidental. Definir la improvisación en la música antigua es hablar también de las técnicas o procedimientos utilizados por los músicos en la antigüedad para improvisar. Las técnicas de improvisación en la música antigua son innumerables. Una de las técnicas utilizadas desde muy antiguo es la ornamentación:

“La mayor parte de los autores que nos hablan de ornamentación, incluidos los del período renacentista, concuerdan en que los ejecutantes del siglo XVI adornaban la música escrita aplicando, sobre una melodía de base, motivos ornamentales continuos, denominados disminuciones, pasajes o cantar de garganta; en otros términos, sustituían las notas largas o grupos de notas de una composición musical (las breves, semibreves o mínimas) por fórmulas rápidas estereotipadas, para producir lo que es de hecho una variación melódica”
Mayer Brown, 1976.

Un ejemplo importante será el Tratado de glosas sobre cláusulas y otros géneros de puntos en la música de violones de Diego Ortiz (1553). Aunque Ortiz explica detenidamente en su libro varias técnicas sobre el arte de la glosa, menciona de forma muy breve en las advertencias a los lectores los términos gratia y effettos o quiebros amortiguados, haciendo entender que los embellecimientos formaban parte de la interpretación que debía hacer el ejecutante:

“Este libro muestra el camino de que manera se han de glosar los puntos pero la gratia y los effettos que ha de hazer la mano esta en el que la tañe en tocar dulcemente que salga la voz unas vezes de un modo otras de otro mezclando algunos quiebros amortiguados y algunos passos la mano del arquillo que no de golpes…”

Cuando hablamos de improvisación en la música antigua debemos distinguir entre las diferentes técnicas que utilizaban los músicos como modelo para improvisar. Además de la ornamentación, encontramos otras técnicas como el ricercar, glosar, preludiar, etc. que en definitiva vienen a ser sinónimos de improvisación y a la vez diferentes técnicas improvisatorias. Para aquellos que nos gustaría adentrarnos en la improvisación, concretamente en la música antigua, el Trattado de Glosas de Diego Ortiz es una de las fuentes más importantes que nos ayudará a conocer cómo el mismo Ortiz glosaba, ornamentaba, etc.

Para finalizar este breve artículo, y a modo de pequeña conclusión personal, me gustaría terminar diciendo que el cómo estudiar improvisación es una cuestión que puede resultarnos bastante compleja y difícil. Para muchos músicos o gente con formación de conservatorio, o incluso para profesionales, es quizás un mundo desconocido. Pero si lo comparamos con el jazz, la improvisación es la base de todo, aunque sin embargo a los músicos “clásicos” nos aterra salir de la partitura. Hay mucha gente interesada en aprender a improvisar y quizás siempre hay dudas con respecto a cuál es la mejor forma de estudiar, aprender y practicar o simplemente no sabemos cómo empezar ya que no suele enseñarse en los conservatorios.

Todos podemos tener la capacidad de improvisar

Personalmente, pienso que todos podemos tener la capacidad de improvisar, que no hay un único método ni tampoco alguno mejor que otro, sino que depende de varios factores como por ejemplo: la facilidad o dificultad específica de cada músico, mayor o menor disposición de estudiar, preferencia por un tipo de metodología u otra, etc.

Podríamos decir que para poder improvisar prácticamente en cualquier estilo, sí es verdad que debemos manejar razonablemente los siguientes elementos:

  • Un nivel de técnica en el instrumento considerable como para poder tener fluidez y agilidad y seguridad en la ejecución de las frases.
  • Conocimiento teórico sobre qué escalas y arpegios utilizar en función de la «función armónica de cada acorde».
  • Es muy importante conocer el estilo sobre el que vamos a improvisar.
  • Conocimiento y estudio previo de solos escritos, que siempre desarrollan la creatividad, además de dar un margen de imitación y referencia muy importante.
  • Mucha práctica buscando «ordenar» todos los elementos anteriormente citados de una forma coherente, lógica y musical.

Y finalmente, me gustaría acabar con esta frase, aunque desgraciadamente no puedo citar su procedencia:

“La improvisación musical es un acto cuya contemplación nos deja perplejos. Pura creatividad, surge de la nada, navega por lo desconocido, deambula por el borde del abismo para regresar tranquilamente a casa….”

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