«The recorder is the cheapest, the most accessible musical instrument, and, in basic terms, the easiest to learn. It is in consequence the most widely used. Yet, at the level of professional performance today, it is successfully played only by a handful of people.»
—Kees Boeke: «Recorder now», Early Music, Vol. 10, no. 1
Todo el mundo conoce la flauta de pico, todo el mundo la ha probado alguna vez. Parece fácil, ¿no? No hay embocadura, ni cuerdas, ni arco, no hay que desplazar los dedos, no es polifónico como el teclado o los instrumentos de cuerda pulsada, etc. Todo el mundo la conoce como un instrumento de niños, que solamente sirve para la iniciación musical. Normal: podemos hacerla sonar instantáneamente y las primeras notas se aprenden rápido, además es barata: ¡es solo una flautilla de plástico! Y… suena fatal. Siempre desafinada, y el sonido — tan ridículo. Pronto el niño se pasará a un instrumento de verdad.
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