Compositor, periodista musical y flautista profesional, Zahnhausen busca en su obra un lenguaje natural para la flauta de pico, no relacionando la música contemporánea con técnicas de “vanguardia” y extremadamente difíciles de ejecutar para el intérprete y de entender para el público. Su música se caracteriza por un tipo de lirismo específico o una forma contemporánea de klangrede, compone la música que a él mismo le gustaría oír como público. La mayoría de sus obras tienen una estructura o motivo muy claro y fácil de reconocer y recordar por el oyente, así como una forma musical tratada de maneras muy variadas haciendo uso de cierto tipo de armonías, melodías, ritmos, timbres… Como flautista que es hace una música idiomática para el instrumento, dejando atrás técnicas con efectos un tanto desagradables e innecesarios como por ejemplo el romper el sonido dulce de la propia flauta de pico. Hace uso de técnicas modernas donde realmente tienen un sentido musical. Musica Inquieta (1965) se ha escrito sin ningún efecto moderno, está compuesta con recursos de la música “convencional”.
Musica Inquieta (1990), Sonata a solo para flauta alto
Compuesta en 1990, Musica Inquieta es un intento, en forma de sonata, de escribir música específica para flauta de pico usando medios musicales tradicionales, no de vanguardia. La obra tiene tres movimiento (Sonata – Aria Interrotta – Rondó) que el propio autor especifica que deben ser tocados sin interrupción entre ellos. La composición se extiende desde el dramático primer movimiento hasta el lamentoso segundo movimiento y el virtuoso y pleno tercero. La Sonata fue originalmente escrita para flauta de pico alto, aunque también puede ser tocada con una flauta travesera. La obra destaca por su variedad, ya que sus tres movimientos son muy distintos técnicamente y musicalmente. En general, técnicamente es difícil, pero sin llegar a ser virtuosa, ya que este aspecto último depende más bien de la velocidad a la que se interpreten los movimientos, aunque es el propio Zahnhausen el que indica la velocidad a la que quiere que se toquen. El hecho de que el autor especifique que los movimientos deben ser tocados sin interrupción alguna nos lleva a la lógica fatiga por parte del intérprete, ya que la obra es bastante “extensa”, dura unos doce minutos, y a la interpretación “de memoria” de la misma al tratarse de una edición de diez páginas. Es de resaltar la ausencia de efectos contemporáneos y así el uso de indicaciones en términos italianos.
1. Sonata
Este primer movimiento podría decirse que está escrito en forma sonata y destaca en él la gran cantidad de cambios de ritmo que posee, lo que le da al movimiento una sensación de tensión e inestabilidad. Comienza con una introducción (Tranquilo e semplice) que consta de tres frases fácilmente reconocibles, cada una con figuraciones y “tonos” distintos. En realidad, se podría decir que la introducción se corresponde con los tres primeros compases de la obra, acabados con un calderón. Esta primera parte es la más tranquila y difícil de afinar de todo el movimiento, y llega a la exposición mediante un decrescendo en un calderón. Sigue attaca el Allegro inquieto ed appasionato, que sería la exposición, y comienza con el patrón rítmico de tresillo de corcheas junto con dos corcheas y negra. Lo más destacable en este Allegro son los 69 cambios de compás frente al tema rítmico y melodía principal. Vemos así lo que sería la intención del autor, Musica Inquieta.
La exposición comienza en mezzoforte attacca y vemos ya desde el principio los recursos usados en la obra, ritmos muy destacados, repetición de una misma nota, saltos de intervalos de 6ª, 7ª, 8ª, 9ª, 10ª, 11ª y 12ª, cromatismos, portatos, staccatti,… En el compás 52 llegamos a la “transición” para el desarrollo por medio del paso de compases binarios a tresillos y saltos de 11ª, 12ª y 13ª que son bastante difíciles para el intérprete por el trabajo del pulgar izquierdo. Después de un crescendo hasta mezzoforte llegamos al desarrollo (c. 57). El patrón rítmico o tema se vuelve a repetir, pero a la octava alta. El tema avanza con notas a contratiempo que producen un decrescendo hasta un fa# grave, que es la penúltima nota grave que nos encontramos en la flauta. Lo acompaña con una articulación más ligada para así crecer hasta el forte del c. 71, que es el culmen de esta primera parte del desarrollo. Nos encontramos un fa agudo para descender hasta la nota más grave de la flauta alto, un fa. En el c. 84 comenzará el final de esta primera parte. La segunda parte vendrá en el c. 90 con la misma fórmula rítmica, que se va acelerando a través de la incorporación de semicorcheas para llegar en el c. 106 a un la sobreagudo fortissimo. Llegamos al cantabile del c. 113 de forma inesperada con un mezzoforte para llegar a lo que sería la primera melodía reconocible en el c. 118. En el c. 124 se inicia la reexposición del tema modulando a re avanzando hacia la coda con un ritmo de 3 + 3 + 2/8 con un carácter obsesivo y repetitivo. El decrescendo hacia el fine se interpretaría cada vez menos expresivo y staccatto para conseguir un piano en la nota final del movimiento.
2. Aria interrota
Esta aria de carácter cantabile y danzable comienza calmo e malinconico con un largo trino acompañado de apoyaturas. En el c. 6 oímos el tema de esta aria, que se divide en dos frases de carácter misterioso y dulce. En el c. 18 se corta con un sostenuto que se va acelerando hasta el presto, que desemboca en otros dos trinos. Para el intérprete, este accelerando se hace muy difícil por la combinación de digitaciones.
Se repite el tema conectando con el liberamente, quasi improvisando del c. 39 con dos compases nuevos. Este pequeño fragmento se caracteriza por ser libre, lo que intuimos por la figuración más larga. En el c. 47 vuelve el tema, que nos lleva a un attacca, come una reminiscenza, que es la repetición del c. 21 del primer movimiento, pero en ritmo ternario. De nuevo aparece en el c. 73 el tema principal que termina con un pasaje estridente y muy agudo, de gran dificultad técnica. Después de un calderón oímos de nuevo el tema, pero esta vez transportado un semitono arriba y ligeramente modificado. Termina este segundo movimiento con una coda en registro grave y tranquilo, que desemboca en un trino al igual que al comienzo, ahora sobre fa# y no sobre sol#. Cuando el trino finaliza, comienza el Rondó.
3. Rondó
Este último movimiento toma el trino final para comenzar el rondó y tomar como base de este movimiento la sucesión de intervalos pequeños. En el c. 13 nos indica el autor el uso de dos digitaciones distintas para una misma nota repetida. Se hace uso de algunas escalas exóticas por tonos que culminan en el c. 26 y 27 con un ff. Esta parte es la que más dificultad tiene de la obra, sobre todo por la indicación de tempo que nos marca el compositor. En el c. 28 comienza una segunda sección del Rondó, con gran cantidad de cambios rítmicos. En el c. 39 volvemos a la idea del c. 13. Llegamos al piú mosso del c. 63 con frases “atrinadas” de intervalos pequeños, surge una melodía alegre y tranquila con bastantes alteraciones y subidas y bajadas. Un ritardando nos lleva al c. 78, que es una repetición del tema virtuoso visto antes en el c. 13. El c. 80 es una copia de los compases 15 y 16 de este último movimiento, pero con un cambio de compás, para así buscar distintos acentos. Llegamos al final de la obra con un grupo de semicorcheas ligadas en forma de arpegio ascendente que nos hace intuir el fin.
→ Más información relacionada con este artículo en este enlace.
Debe estar conectado para enviar un comentario.