A lo largo de la historia, la flauta de pico ha ido evolucionando acorde a las necesidades de cada período musical. No hay pruebas conclusivas ni fechas exactas sobre su origen, pero sí se cree que las primeras flautas de pico surgieron entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV para cubrir una serie de necesidades técnicas. Los compositores del Renacimiento concebían la música, principalmente, para la voz humana por lo que buscaban instrumentos que imitasen a la misma. Necesitaban instrumentos que emitiesen un sonido suave, por lo que colocaron un agujero trasero que permitiese octavar sin necesidad de soplar demasiado. También necesitaban de una articulación precisa para sugerir palabras con la música.
Estas son algunas de las características que conforman la flauta de pico y que la diferencian de las flautas anteriores (flautas rectas de tres agujeros, flautas con tamboriles, flautas de seis agujeros similares a los whistles de hoy en día…) que carecían de agujero trasero y necesitaban de un fuerte soplido para sobrepasar la primera octava.
Podemos hablar de cinco grandes grupos de modelos de flauta de pico: medievales, renacentistas, transicionales, barrocas y modernas.
Flautas medievales
Las flautas medievales son “aquellas de taladro interior cilíndrico, ausencia de pabellón y un número variable de agujeros para los dedos. Hoy en día la gran mayoría de flautas medievales que podemos encontrar están basadas en modelos de representaciones iconográficas y no en modelos antiguos conservados” (Sela, B. y Peñalver. G., Fabricantes de flautas de pico […], ver la bibliografía al final del artículo). Sobre sus digitaciones y diapasón solo podemos especular. Se dice que la primera flauta de pico encontrada con su cabeza, canal de aire y agujero de detrás (tenía un total de ocho agujeros), fue la flauta de Dordrecht datada en el siglo XV. Fue descubierta en 1940 en la fosa de un castillo a 3 km de Dordrecht, Holanda.
Flautas renacentistas
Las flautas renacentistas son instrumentos “fabricados en una o dos piezas con un taladro interior ancho en forma de cono invertido que en ocasiones termina en un ligero ensanchamiento. El taladro interno de éstas es ancho en relación a su longitud y suelen tener una extensión de una octava y una sexta” (Sela, B. y Peñalver. G., op. cit.). Presentan digitaciones muy diversas y diapasón la = 466 Hz. Una característica esencial de la organología renacentista es el gusto por los instrumentos polifónicos y monódicos construidos en familias formadas por ejemplares de diferentes tesituras y, como ya he dicho antes, a imitación de la voz humana. Se suelen encontrar en familias de entre cuatro y diez miembros: soprano en do, alto en sol, alto en fa, dos tenores en do, bajo en sol, bajo en fa, dos gran-bajo en do y sub-bajo en fa.
Cristóbal de Morales: Sicut erat in principio [a 6] interpretado con un conjunto de seis flautas renacentistas de Bob Marvin (dos sopranos en do, alto en sol, alto en fa, tenor en do y bajo en fa)
El modelo de flauta conocido hoy como Ganassi merece una mención aparte. Este modelo toma su nombre de Silvestro Ganassi (1492-1550), compositor e intérprete italiano. Sin embargo, y a pesar de llevar hoy su nombre, Ganassi no fue el constructor de estas flautas, sino quien descubre en su Opera Intitulata Fontegara que ciertas flautas construidas por las familias de los Bassano, Schnitzer y Schrattenbach permiten un registro extendido más allá de la habitual octava y sexta. Fontegara es una obra didáctica para flauta de pico que se describe varios modelos de flauta que responden a las características de las flautas que llamamos hoy Ganassi. Con dificultad, pueden llegar a tener un registro muy amplio de hasta casi tres octavas. Tienen hoy gran difusión entre los flautistas como instrumento solista (en los tamaños de alto en sol y soprano en do, sobre todo), aunque también las podemos encontrar en modelos de mayor tamaño.
Flautas transicionales
“Las flautas transicionales, como bien indica el nombre, son flautas de transición entre las renacentistas y las barrocas. Por lo tanto, comparten características de ambos modelos. Por un lado, tienen el tipo de taladro interno y la apariencia externa de las renacentistas, y por otro, la tesitura (que supera las dos octavas) y las digitaciones de las barrocas” (Sela, B. y Peñalver. G., op. cit.). Estas flautas se utilizan para interpretar el repertorio violinístico de la primera mitad del siglo XVII y autores como Van Eyck. Un modelo de flauta de transición es la handfluyt que descrita por Van Eyck, que es siempre una flauta soprano en do, y los modelos según Bassano y Kynsecker.
Flautas barrocas
Las flautas barrocas están divididas en tres partes: cabeza, cuerpo y pie. Esto permitía a los lutieres trabajar con mayor facilidad para conseguir precisión en la forma y el acabado del taladro interior. “El canal de aire es más estrecho que en los modelos renacentistas: partiendo de una forma cilíndrica en la cabeza, el taladro interno se va estrechando considerablemente a medida que se acerca al pie” (Sela, B. y Peñalver. G., op. cit.). En las copias actuales de estas flautas los dos últimos agujeros suelen ser dobles para facilitar la ejecución de intervalos cromáticos, aunque la mayoría de los instrumentos originales conservados tienen agujeros simples. Parece ser que la incorporación de estos agujeros dobles la llevaron a cabo Jean Hotteterre y sus descendientes (no se sabe con certeza cuál de ellos), familia de compositores, intérpretes y constructores de instrumentos de viento madera muy numerosa y de gran notoriedad cuya actividad se desarrolla en Francia en los siglos XVII y XVIII. La flauta barroca tiene un sonido más suave y dulce que sus predecesoras; lo cual se debe, en gran medida, a la forma y tamaño del taladro interno pero también a las diferencias en la construcción del canal de aire.
Principalmente se construyen contraltos y en menor medida soprano, sopranino, voice flute, tenor en do, bajo en fa, fourth flute, sixth flute y gran bajo en do. En cuanto a su diapasón, las copias actuales suelen estar en la = 392 Hz, 440 Hz y 415 Hz.
Flautas modernas
El grupo de flautas modernas engloba a todos aquellos instrumentos creados con uno o varios de los siguientes objetivos: “extender el registro del instrumento, hacer posibles las variaciones dinámicas sin perjuicio para la correcta afinación, intensificar su volumen sonoro, simplificar su manejo o abaratar los costes de producción” (Sela, B. y Peñalver. G., op. cit.). Su diapasón suele estar entre la = 440 Hz y la = 443 Hz. Los modelos actuales más extendidos son “la flauta armónica de Helder, la flauta Paetzold y el modelo TNT “The Naked Truth” de Ernst Meyer.
Las flautas escolares son otro ejemplo de flauta moderna. Según Vicente Parrilla, “el más desafortunado, creadas con la finalidad principal de abaratar costes para venderlas en masa. Se han extendido por el planeta cual virus maligno, siendo en gran parte responsables de la imagen poco profesional que tiene hoy la flauta en algunos ámbitos”. Las flautas Paetzold también son otro ejemplo de flautas modernas. En vez de los agujeros convencionales poseen llaves que simplifican su manejo, ya que son flautas especialmente graves. Podemos encontrar cinco tamaños: bajo en fa, gran bajo en do (una octava por debajo de una tenor), contrabajo en fa (una octava por debajo de una bajo) y subgranbajo en fa (dos octavas por debajo de la bajo). Vídeo con flautas Paetzold contrabajo y subbajo interpretando Bezel de Mario Garuti:
Bibliografía:
- Fabricantes de flautas de pico del siglo XX. Bárbara Sela y Guillermo Peñalver, en Revista de Flauta de Pico, Sevilla, 1996
- The Cambridge Companion to the recorder. Ed. por John Mansfield
- The Recorder Home Page
- Información sobre flautas en la web del grupo Cinco Siglos
- La flauta dulce en la ensi
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